Increíble multa para un hombre que provocó un caos en la Oficina de Extranjería de Zaragoza

La negativa a seguir las normas le ha salido cara a un ciudadano que montó un auténtico escándalo en la Oficina de Extranjería de Zaragoza tras presentarse sin la cita previa requerida. No solo se resistió a las indicaciones de la Policía, sino que el incidente acabó con varios agentes heridos y el detenido condenado por resistencia y lesiones. El juez ha impuesto una sanción ejemplar de 3.430 euros por sus acciones, sumándose a una indemnización para los policías afectados.

Un alboroto inesperado en la Oficina de Extranjería

El suceso que llevó a Jihad K. M. al banquillo de los acusados tuvo lugar el pasado 31 de octubre de 2023, en las instalaciones de la Delegación del Gobierno, situadas en la calle Covarrubias de Zaragoza. El individuo, que no había reservado su cita para realizar gestiones en la Oficina de Extranjería, fue invitado por un agente de la Policía Nacional a abandonar el lugar y solicitar la cita correspondiente. Sin embargo, en lugar de acatar la instrucción, el hombre se negó rotundamente a marcharse, provocando una situación tensa al elevar el tono de voz y negarse a identificarse.

La intervención policial terminó en agresiones

A pesar de las reiteradas explicaciones y advertencias por parte de los agentes, Jihad K. M. no cejó en su actitud, lo que obligó a los funcionarios a llamar a un refuerzo policial para controlar la situación. Cuando los agentes intentaron que entrara en la sala de seguridad para resolver el conflicto, la respuesta del hombre fue violenta: mordió a uno de los policías y fracturó el dedo a otro, lo que agravó considerablemente el altercado. La situación se desbordó hasta el punto de que tuvieron que reducirle y proceder a su arresto.

Una sentencia contundente y ejemplar

El juicio tuvo lugar en el Juzgado de lo Penal número 2 de Zaragoza, donde el acusado fue finalmente condenado a una multa de 1.440 euros por el delito de resistencia, además de dos sanciones leves por lesiones, que le supondrán otros 480 euros cada una. Pero el castigo económico no acaba ahí: tal y como solicitaba la acusación particular, el agresor deberá indemnizar a los agentes con 1.750 euros por las heridas causadas. En total, la suma asciende a 3.670 euros, a los que se deberán añadir las costas judiciales.

El valor de cumplir con las normativas

El incidente pone de manifiesto la importancia de cumplir con los procedimientos establecidos, como es el caso de la cita previa obligatoria en la Oficina de Extranjería. Esta medida, que se impuso durante la pandemia de coronavirus, se ha mantenido en la mayoría de administraciones para agilizar los trámites y evitar aglomeraciones. Sin embargo, como ha quedado patente en este caso, no todos los ciudadanos están dispuestos a seguir las normas.

Según las autoridades, el horario de atención de la Oficina de Extranjería de Zaragoza es de 9:00 a 17:30 de lunes a jueves, y de 9:00 a 14:00 los viernes, siendo imprescindible solicitar cita previa a través de la página oficial del Ministerio de Política Territorial. Aquellos interesados en realizar gestiones como la solicitud de permisos de trabajo o residencia, así como reagrupaciones familiares, deben cumplir con este requisito para evitar incidentes como el ocurrido con Jihad K. M.

Problemas con la cita previa y la reventa ilegal

Pese a los esfuerzos de la administración por mejorar el sistema de citas, en ocasiones resulta complicado obtener una en el momento deseado. Diversas asociaciones han denunciado la existencia de mafias que venden las citas en internet a precios abusivos, llegando a cobrar hasta 70 euros por un turno que debería ser gratuito. Este problema, que afecta a muchas oficinas de extranjería en España, añade una capa de dificultad para aquellos ciudadanos que intentan realizar sus trámites de manera legal y ordenada.

En definitiva, este caso ha dejado claro que las normas están para cumplirse, y que el incumplimiento de las mismas puede acarrear no solo sanciones económicas, sino también consecuencias penales. La lección que deja este incidente es que la resistencia a la autoridad y la violencia hacia los agentes no son soluciones, sino errores que pueden salir muy caros.